Entre los siglos IV y V dC., el cristianismo comienza
a mostrar su fuerza como la nueva religión del Imperio Romano. El Emperador y la
élite política no solo son tolerantes, sino que muchos de ellos se convierten
al nuevo culto. Pero algunos se resisten a abandonar a los antiguos dioses,
desean seguir practicando los ritos paganos e incluso conciben cambiar el hilo
de los acontecimientos.
El partido pagano tiene un plan para fragmentar desde
dentro la nueva religión. Quieren enfrentar entre sí a las diferentes
corrientes cristianas, todas ellas ávidas por hacerse con el legado de Cristo, para
que el Emperador se vea forzado a prohibir la nueva religión, debido a la
inestabilidad que proporcionan al Imperio sus desavenencias. Para ello pondrán
en marcha un plan secreto: introducir a un grupo escogido de agentes in rebus, que sembraran la
cizaña entre sus líderes y seguidores.
Melania es una joven romana nacida en el seno de una
familia patricia. A través de su azarosa vida, el lector asistirá a los
acontecimientos que dieron lugar al último desafío entre cristianos y paganos,
en lugares como Roma, Sicilia, Hispania, Alejandría, Constantinopla, las arenas
del desierto y Palestina.
Una historia de amor y enfrentamientos que ofrece también
la respuesta a la pregunta del por qué la facción cristiana que llegó al
presente, no es ninguna de aquellas otras, que fueron suprimidas por el poder
religioso cristiano, aliado con el poder político.